Por Diógenes Céspedes
Escritor dominicano
Escritor dominicano
En el prólogo a esta obra de Jean-Ghasmann Bissainthe reconocí el aporte de Enrique Ucko, Carlos Esteban Deive, Bernardo Vega, Frank Moya Pons, José David Eichen, Alfonso Lockward y Alfredo Vorshin al estudio del tema de los judíos en Santo Domingo.
No me fui más atrás en el tiempo porque sin duda esa presencia estuvo diluida, y a veces velada, durante casi cuatro siglos de historia, pero rastreable a partir del hilo débil de la ficción producida por burócratas coloniales, poetas, novelistas, cuentistas, dramaturgos, biógrafos y memorialistas dominicanos o extranjeros que examinaron algunas aristas de nuestra sociedad desde el siglo XVI hasta el XIX.
En consecuencia, el libro de Bissainthe tiene sus antecedentes. Sin embargo, en lo que me parece que no los tiene es en el método usado y la orientación del sentido de la investigación. Mientras los demás textos donde se estudia la presencia judía en Santo Domingo la perciben como un capítulo descriptivo y racionalista dentro del gran libro de la historia colonial y republicana, el estudio de Bissainthe coloca la presencia judía en la isla Española y, posteriormente en la República, como parte constitutiva de esa historia a la cual contribuyó a forjar durante el período de la independencia de 1844 y la Restauración que tuvo lugar entre 1861 y 1865.
La tesis central del libro radica que a partir de esos dos períodos, el control económico del capitalismo mercantil, en primer lugar, y posteriormente el dominio político y cultural de la burguesía ha estado en manos de una élite sefardí que con contadas excepciones ha tenido conciencia de sus raíces, puesto que las oleadas migratorias de canarios que se asentaron en nuestra isla lo hizo por dos vías: La primera, procedentes de las Can]arias, España, y autorizadas las salidas en los siglos XVI, XVII y XVIII por la Corona una vez que ésta se aseguró que los marranos (que así les tipificó el Poder monárquico a los judíos convertidos al cristianismo) se comportaran como buenos católicos practicantes; y la segunda vía fueron las inmigraciones judías (sefardí o no sefardí) que entraron al país desde el Caribe después de la independencia de 1844 y la Restauración de 1865 autorizadas para ejercer el comercio inter isleño y con algunas ciudades de los Estados Unidos con fuertes vínculos judíos.
Estas olas migratorias compuestas en su mayoría por sefardíes ocurrieron en 1684 (108 familias con 543 personas que fundaron lo que es hoy San Carlos); en 1687 (97 familias que se asentaron en Baní) y en 1690 (100 familias más y a partir de esta fecha se prohibió la inmigración de más canarios). Pero en 1725 llegaron 78 familias a Santo Domingo; en 1737 llegaron 40 familias y en 1751, unas 200 familias que se asentaron en Monte Cristi y Puerto Plata; en 1756 llegó otro grupo de 60 familias destinadas a poblar a Samaná; en 1761 llegaron 36 familias para vivir en Azua, mientras que unas 292 familias fueron a engrosar el valle de Baní, con lo cual la población de la isla alcanzó las 119.600 almas y debido a las enfermedades a principio de siglo XIX disminuyó en 71.223 personas, pero para 1844 se había incrementado en 126.000 almas (Bissainthe, p. 112-3).
Antes de proseguir, es pertinente aclarar una confusión filológica muy común. Con el nombre de sefardí se designa única y exclusivamente a los judíos oriundos de España (Manuel Seco. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. 9ª ed. Madrid: Espasa-Calpe, 1986, p.336.) No importa cuál país del mundo les acogiera a partir del Real Decreto de expulsión de los Reyes Católicos. El gentilicio sefardí se deriva del topónimo “Sefarad”, que significa ‘España’ en hebreo, y aunque la gramática del pasado legitimó “sefardita”, ya casi no se usa ese vocablo y hoy se dice sefardí, como por ejemplo, se dice saudí y yemení, no saudita ni yemenita. -
.Diógenes Céspedes:
-Periodico HOY Digital. Santo Domingo, República Dominicana, 20 de Febrero 2007
A continuación, parte del Prólogo del libro “Los judíos en el destino de Quisqueya” de Jean Ghasmann Bissainthe, escrito por Diógenes Céspedes:
…La presencia de judíos en ‘La Española’ ha sido estudiada por numerosos autores extranjeros y dominicanos y casi siempre se remontan a la llegada del propio descubridor Cristóbal Colón, quien vino, desde su primer viaje, acompañado de algunos. Y esa presencia no hizo más que acentuarse en los siglos que van del XV al XVIII y culminó en el Siglo XIX con la entrada de un núcleo significativo de judíos procedentes de Curazao y en el XX con la llegada a Sosúa, provincia de Puerto Plata, de un contingente importante desde distintos puntos de Europa con motivo de la matanza ejecutada luego del ascenso de Adolfo Hitler al gobierno de Alemania.
No han soslayado quienes han tratado este tema:
- Enrique Ucko [‘La fusión de los sefardíes con los dominicanos’. Cuadernos Dominicanos de Cultura, 1944: 531-554
- Carlos Esteban Deive [‘Heterodoxia e Inquisición en Santo Domingo. 1492-1822’. Santo Domingo. Edit. Taller, 1983. Véase del mismo autor su discurso de ingreso a la Academia Dominicana de la Lengua titulado ’Aventuras y desventuras de un judeoconverso portugués en Santo Domingo’ –el bachiller Juan Méndez Nieto-, en Boletín 17 (2003): 103-115]
- Bernardo Vega [‘Nazismo, fascismo y falangismo en la República Dominicana’, Fundación Cultural Dominicana, 1985]
- Frank Moya Pons [‘Raíces judías’, Revista Rumbo, No. 251, 23 de noviembre de 1998, p. 4. Y del mismo autor ‘Apellidos de origen judío en Santo Domingo’, Revista Rumbo No. 252, 30 de noviembre de 1998, p. 4, Santo Domingo.
- José David Eichen [‘Sosúa: una colonia hebrea en la República Dominicana’: Universidad Católica Madre y Maestra, 1976.
- Alfonso Lockward [‘Presencia judía en Santo Domingo’. Santo Domingo, Taller, 1994.
- Alfredo Vorshim [De la Svástica a la palmita’. Santo Domingo, 1993.
El hecho de los orígenes del problema de la segunda diáspora judía al situarlos en la disposición de los Reyes Católicos, luego del triunfo contra los moros en Granada en 1492, de expulsar a moros y judíos que no se convirtieran, en un plano determinado, a la religión del vencedor, es decir, al catolicismo.
Independientemente de los plazos y subterfugios de una y otra parte, lo importante fue que el proceso de expulsión de una y otra etnia se dio y lo que importa es que, para el caso judío que es nuestro tema, los hijos de David comenzaron a llegar al Caribe y a otras colonias españolas de América tan pronto se inicia la dispersión. Clandestinos o no, procedentes de Portugal, Flandes, Holanda o Países Bajos, Dinamarca e Inglaterra, casi todos estos reinos con posesiones en el Caribe, los judíos comenzaron, disfrazados de católicos (marranos o conversos), a asentarse en estas tierras e incluso de donde vinieron en número mayor fue de la Península.
Al igual que llegaron a España en el siglo III después de Cristo, los judíos emigraron a Roma con el emperador Tito, después de la conquista de Judea y la destrucción del Templo en el año 79 de nuestra era. Desde esa épooca hasta el siglo XIX, jamás tuvieron acceso al poder político y debieron contentarse con el control de comercio y las artes (oficios bajos para la aristocracia y la nobleza), pero que a la postre son los que han movido los cambios económicos y culturales de Occidente y fueron responsables, después de la Edad Media, del surgimiento del capitalismo mercantil y del Renacimiento. El resto es historia.
Por lo que cabe decir que al llegar los judíos a tierras americanas y, en particular a La Española, hicieron lo que sabían desde la época romana, medieval y renacentista: dirigir y controlar el comercio, dirigir y controlar los estudios universitarios y ser mecenas y compradores de los grandes pintores y escritores, los cuales eran, por lo general, también de origen judío, aunque hubo genios que no lo eran, pero como dueños del mercado, caían bajo su órbita.
El libro más extenso y documentado hasta ahora es, entre nosotros, el de Deive, publicado en 1983, le sigue el de Lockward. Los demás son monografías, capítulos, artículos de prensa, referencias generales o ensayos parciales.
...Escrito relacionado, ver:
"La 'Fuzion' entre los Sefaradís i los Dominikanos" [en ladino]:
http://orbe15-surtidor.blogspot.com/2008/10/la-fuzion-entre-los-sefarads-i-los.html
Ir a la portada de Orbe Quince:
http://orbe15.blogspot.com/
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