Federico Jóvine Bermúdez
Puestas las mis plantas en el acentuado
roquedal de aquesta orilla bien puedo
sentarme a contemplar la nao que nos
trujo dexde España a través de la mar
como una trampa a punto de abrirse a
los infiernos con las velas raías E los
maderos abiertos de la proa a la popa
Cuyos olores recurrentes emanan de los
pañoles podridos por el rumor maloliente
de las eces que como escurridas de las
bragas del diablo caen a la sentina E flotan
en el agua que se infiltra E de buenas nos
libramos quienes vinimos en este ataúd
a merced de los vientos pero
Estamos en aquestas tierras sin juicio ya
para volver porque sólo la riqueza o la muerte
nos serán otorgados como premio a la locura
de salir sin saber a cuáles lugares allegaríamos
E non e visto riquezas todavía ni ciudades
dexde el mar ni los círculos concéntricos de
fuego que iluminan las torres elevadas
E qué a sido de los reyes que nos vendrían
sobre los mágicos perfiles del horizonte a el
suplicarnos E a perdirnos que nos fuéramos
crueles con sus reinos ni desapacibles con
la gente que avrían de sernos dadas cual
un botín de guerra por los meses pasados en
el mar sin yacer con muxeres
En las noches desveladas de los sueños en
jergones abiertos con ansias de cortejar sus
formas apetecibles E tener la esperanza de
facer concebir sus cuerpos con aquesta mi
semilla por tal que si agora la muerte nos
sorprende en aquestas lóbregas comarcas
en donde non vide a ninguna con quien
Compartir aquestos sueños de carne E de
lujuria más el viento atenúa sus sonidos E
vuélvense los ombres a otear las sombras
que se acerquen con la noche para preservar
la nave con espingardas E arcabuces listos E
apreparados por si hicieren asalto de sorpresa
para non acabarnos en el polvo E la sangre
Es posible que una tropa oculta tras el viento
e los sonidos aguarde a que durmamos tal
vez para matarnos como avremos de facerlo
nosotros si en el camino a la gloria E a la
riqueza osaren atravesarse quienes no sean
cristianos de origen E de raza E no alienten
el nombre de Dios sobre las frentes
O sus nombres suenen extraños a la Santa
madre E a los ángeles que alientan en los
cielos E voto a tal que así sea cuando tenga
a uno de aquestos ombres que agora nos miran
colocados tras de la espesura frente a la tizona
sedienta de sangre que me sigue desde España
apostando al oro E a la carne
Que avremos de ceñirnos uno si como tiara la
otra cual lúbrica corona que avremos de ostentar
por encima de las criaturas que agora emergen
del bosque que si bien non tienen aspecto de
feroces non se facen entender como cristianos
e como suelen facerlo los carentes del fablar
ante los amos
E qué de arcos destemplados e saetas tan
mostrencas E de ojos dulces E profundos que
non puedo sostener la mirada de aquestos por
no tener que preservarlos para saciar esta sed
de su sangre E el deseo de los brazos E la piel
cuando nos demos a cazarlos luego de extraer
el oro de la tierra E de cogerlos
Las muxeres en el nombre del Dios E de la
virgen E en el nombre de Jesús creado tanto
como El que a de venir a juzgarnos a según
las Escrituras pero non avremos de temer de
sus sanciones por carecer aquestos ombres
de lo necesario para bien ganar los perdones
de Dios por la suma de todos sus pecados
roquedal de aquesta orilla bien puedo
sentarme a contemplar la nao que nos
trujo dexde España a través de la mar
como una trampa a punto de abrirse a
los infiernos con las velas raías E los
maderos abiertos de la proa a la popa
Cuyos olores recurrentes emanan de los
pañoles podridos por el rumor maloliente
de las eces que como escurridas de las
bragas del diablo caen a la sentina E flotan
en el agua que se infiltra E de buenas nos
libramos quienes vinimos en este ataúd
a merced de los vientos pero
Estamos en aquestas tierras sin juicio ya
para volver porque sólo la riqueza o la muerte
nos serán otorgados como premio a la locura
de salir sin saber a cuáles lugares allegaríamos
E non e visto riquezas todavía ni ciudades
dexde el mar ni los círculos concéntricos de
fuego que iluminan las torres elevadas
E qué a sido de los reyes que nos vendrían
sobre los mágicos perfiles del horizonte a el
suplicarnos E a perdirnos que nos fuéramos
crueles con sus reinos ni desapacibles con
la gente que avrían de sernos dadas cual
un botín de guerra por los meses pasados en
el mar sin yacer con muxeres
En las noches desveladas de los sueños en
jergones abiertos con ansias de cortejar sus
formas apetecibles E tener la esperanza de
facer concebir sus cuerpos con aquesta mi
semilla por tal que si agora la muerte nos
sorprende en aquestas lóbregas comarcas
en donde non vide a ninguna con quien
Compartir aquestos sueños de carne E de
lujuria más el viento atenúa sus sonidos E
vuélvense los ombres a otear las sombras
que se acerquen con la noche para preservar
la nave con espingardas E arcabuces listos E
apreparados por si hicieren asalto de sorpresa
para non acabarnos en el polvo E la sangre
Es posible que una tropa oculta tras el viento
e los sonidos aguarde a que durmamos tal
vez para matarnos como avremos de facerlo
nosotros si en el camino a la gloria E a la
riqueza osaren atravesarse quienes no sean
cristianos de origen E de raza E no alienten
el nombre de Dios sobre las frentes
O sus nombres suenen extraños a la Santa
madre E a los ángeles que alientan en los
cielos E voto a tal que así sea cuando tenga
a uno de aquestos ombres que agora nos miran
colocados tras de la espesura frente a la tizona
sedienta de sangre que me sigue desde España
apostando al oro E a la carne
Que avremos de ceñirnos uno si como tiara la
otra cual lúbrica corona que avremos de ostentar
por encima de las criaturas que agora emergen
del bosque que si bien non tienen aspecto de
feroces non se facen entender como cristianos
e como suelen facerlo los carentes del fablar
ante los amos
E qué de arcos destemplados e saetas tan
mostrencas E de ojos dulces E profundos que
non puedo sostener la mirada de aquestos por
no tener que preservarlos para saciar esta sed
de su sangre E el deseo de los brazos E la piel
cuando nos demos a cazarlos luego de extraer
el oro de la tierra E de cogerlos
Las muxeres en el nombre del Dios E de la
virgen E en el nombre de Jesús creado tanto
como El que a de venir a juzgarnos a según
las Escrituras pero non avremos de temer de
sus sanciones por carecer aquestos ombres
de lo necesario para bien ganar los perdones
de Dios por la suma de todos sus pecados
.
Palabras por las esposas
Dulces cuerpos de esposas que en antaño
tuvieron carnes duras e apetecibles E cuyas
manos agora rebosan de grasa ligada con
farina destrozando los sueños en los caminos
aviertos por la vida a la dura realidad del
desamor
Olvidadas de las vidas otrora conocidas
trocadas por este cautiverio servido en vil
E constreñida libertad bajo el sol implacable
de aquestas tierras perdidas para el amor
E los sueños faciendo el papel de oscuras
maritornes junto al fogón E al perol
Muxeres que poblaron la América dexde sus
vientres llevando sus bienaventuranzas a los
ombres que levantaron las ciudades para sus
ijos E por ellas con paredes de piedra E de
argamasa E calles tiradas a cordel para todos
los asuntos de lavar E tender tanto
Del onor como del deseo en las orillas de los
ríos que fluyen por dentro de uno mismo como
en cualquier lugar de la España lejana E sin
embargo tan presente en los sueños el amor
E la memoria de los que permanecieron en
ella perdidos para siempre
.
Palabras por las beatas
Arrancadas de los atrios E los altares de las
iglesias de una España carcomida por los
triduos E las Ave Marías nos cayeron estas
beatas postradas ante Dios rezándole a los
cielos febriles E implorando su perdón por
los pecados que los ombres acometían en
Contra de la indiada que facían quebrantar
con mil pruebas de odio E desamor para la
especie incluyendo así mismo de forma E
manera recurrente rezos por las naos E por
los ombres que partían pidiéndole a Dios E
a todos los Santos conocidos
Para luego que el rango de los vientos E el nivel
de las aguas se mantuviesen al día
de la partida de apuestos argonautas que
facerían lo imposible en las tierras abiertas
más allá de los mares donde avivan cielos
de luces E formas tan distintas que nadie
Sabe ciertamente adónde apuntan sus lunas
E luceros pero un ritual signado por la vida
face a Dios concederles su vivir E regresan
las naos sobre el tiempo fablándonos de los
grandes misterios ocultos en los bosques E
como todo en ellas es rezar E rezar
los nuevos caminos de la América se abren
e construyen desde sus labios gracias a la
sangre derramada E a los rezos traídos dexde
España por aquestas beatas que en el nombre
de Dios avivaron los sueños con la fe sentida
hacia el amor E la vida
.
Palabras por las putas
Las muxeres allegadas a las indias nos
sacuden la molicie bajo el sol que baña
las cumbreras E los patios de las casas
Con la su luz descarnada que define el
vivir ante la muerte como un algo cercano
E irreversible que facerá a sus almas en
La ínsula que se ha ido poblando de elevadas
columnas E de escarpias que sostienen su
simple anatomía donde cada arco pleno que
surge asta los cielos es un ámbito propicio al
trasvase de umores de un ser umano a otro
según lo que ocurre siempre que dos seres
Se entregan en el ritual signado por la vida que
ante la presencia del sexo ace sorber el deseo
E las ansias contenidas por los cuerpos de las
muxeres vedadas a nuestros sueños de faunos
E mirones ocultos tras las tapias los balcones
en las altas cancelas de la ciudad
Donde nos aguardan las muxeres con el miedo
el odio E la tristeza de que ya non an de servirles
las sus carnes para saciar la avidez de su sexo
con apuestos varones que poseían en la España
dejada a sus expaldas aves de cetrería caballos
de fina monta E arcones con doblones relucientes
Teniendo que ayuntarse con los palurdos de la
ínsula a fin de preservar la blancura de su piel
a resguardo del humillante rescoldo del sol que
las consume faciendo el su anular a fines de que
ya despojadas de sedas E sayales se desnuden a
cara o cruz sobre la cama
Dulces cuerpos de esposas que en antaño
tuvieron carnes duras e apetecibles E cuyas
manos agora rebosan de grasa ligada con
farina destrozando los sueños en los caminos
aviertos por la vida a la dura realidad del
desamor
Olvidadas de las vidas otrora conocidas
trocadas por este cautiverio servido en vil
E constreñida libertad bajo el sol implacable
de aquestas tierras perdidas para el amor
E los sueños faciendo el papel de oscuras
maritornes junto al fogón E al perol
Muxeres que poblaron la América dexde sus
vientres llevando sus bienaventuranzas a los
ombres que levantaron las ciudades para sus
ijos E por ellas con paredes de piedra E de
argamasa E calles tiradas a cordel para todos
los asuntos de lavar E tender tanto
Del onor como del deseo en las orillas de los
ríos que fluyen por dentro de uno mismo como
en cualquier lugar de la España lejana E sin
embargo tan presente en los sueños el amor
E la memoria de los que permanecieron en
ella perdidos para siempre
.
Palabras por las beatas
Arrancadas de los atrios E los altares de las
iglesias de una España carcomida por los
triduos E las Ave Marías nos cayeron estas
beatas postradas ante Dios rezándole a los
cielos febriles E implorando su perdón por
los pecados que los ombres acometían en
Contra de la indiada que facían quebrantar
con mil pruebas de odio E desamor para la
especie incluyendo así mismo de forma E
manera recurrente rezos por las naos E por
los ombres que partían pidiéndole a Dios E
a todos los Santos conocidos
Para luego que el rango de los vientos E el nivel
de las aguas se mantuviesen al día
de la partida de apuestos argonautas que
facerían lo imposible en las tierras abiertas
más allá de los mares donde avivan cielos
de luces E formas tan distintas que nadie
Sabe ciertamente adónde apuntan sus lunas
E luceros pero un ritual signado por la vida
face a Dios concederles su vivir E regresan
las naos sobre el tiempo fablándonos de los
grandes misterios ocultos en los bosques E
como todo en ellas es rezar E rezar
los nuevos caminos de la América se abren
e construyen desde sus labios gracias a la
sangre derramada E a los rezos traídos dexde
España por aquestas beatas que en el nombre
de Dios avivaron los sueños con la fe sentida
hacia el amor E la vida
.
Palabras por las putas
Las muxeres allegadas a las indias nos
sacuden la molicie bajo el sol que baña
las cumbreras E los patios de las casas
Con la su luz descarnada que define el
vivir ante la muerte como un algo cercano
E irreversible que facerá a sus almas en
La ínsula que se ha ido poblando de elevadas
columnas E de escarpias que sostienen su
simple anatomía donde cada arco pleno que
surge asta los cielos es un ámbito propicio al
trasvase de umores de un ser umano a otro
según lo que ocurre siempre que dos seres
Se entregan en el ritual signado por la vida que
ante la presencia del sexo ace sorber el deseo
E las ansias contenidas por los cuerpos de las
muxeres vedadas a nuestros sueños de faunos
E mirones ocultos tras las tapias los balcones
en las altas cancelas de la ciudad
Donde nos aguardan las muxeres con el miedo
el odio E la tristeza de que ya non an de servirles
las sus carnes para saciar la avidez de su sexo
con apuestos varones que poseían en la España
dejada a sus expaldas aves de cetrería caballos
de fina monta E arcones con doblones relucientes
Teniendo que ayuntarse con los palurdos de la
ínsula a fin de preservar la blancura de su piel
a resguardo del humillante rescoldo del sol que
las consume faciendo el su anular a fines de que
ya despojadas de sedas E sayales se desnuden a
cara o cruz sobre la cama
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Federico Jóvine Bermúdez; Facer la América. El antilibro de los descubrimientos. Poesía. Editora Búho. Santo Domingo, República Dominicana, 2006.
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Federico Jóvine Bermúdez.
Poeta, ensayista y narrador dominicano. Es miembro de la Generación de Post Guerra. Ha publicado :
Poesía: Huellas de la ira, Salvo error ú omisión, Pablo Mamá, Ardiente pasión por la palabra, Textos en contexto, Don Quijote.
Novela: La última noche del tratante, Papá Bonito.
Teatro: José Francisco Peña Gómez.
Cuentos: Rompan fila y viva el jefe
Ensayos: La joven poesía dominicana, Apuntes para una historia cultural de San Pedro de Macorís.
Con Facer la América (El anti libro de los descubrimientos) Federico Jóvine Bermúdez incursiona nuevamente en el género de la poesía.
Poeta, ensayista y narrador dominicano. Es miembro de la Generación de Post Guerra. Ha publicado :
Poesía: Huellas de la ira, Salvo error ú omisión, Pablo Mamá, Ardiente pasión por la palabra, Textos en contexto, Don Quijote.
Novela: La última noche del tratante, Papá Bonito.
Teatro: José Francisco Peña Gómez.
Cuentos: Rompan fila y viva el jefe
Ensayos: La joven poesía dominicana, Apuntes para una historia cultural de San Pedro de Macorís.
Con Facer la América (El anti libro de los descubrimientos) Federico Jóvine Bermúdez incursiona nuevamente en el género de la poesía.
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