Charles Seguin
Por Carlos Szwarcer
La trayectoria de un destacado magnate de la noche e
impulsor de diversas áreas de la industria y el comercio, con sede en la Argentina y proyección
internacional (1900-1930)
Durante las investigaciones que realicé para escribir el
libro “Teatro Maipo. 100 años de historia entre bambalinas” (2010), me detuve
atentamente en la figura de Charles Seguin. Me sorprendí al percibir que no
sólo fue importante por construir y ser el dueño de la prestigiosa sala
inaugurada el 7 de mayo de 1908 con el nombre de Scala (luego Esmeralda y
Maipo), en Buenos Aires. No imaginé que al profundizar en la historia de este
“hacedor”, un verdadero “self made man”, se abriría un enorme abanico de
información que lo relacionaba con grandes hitos históricos de Buenos Aires,
trascendiendo el mundo del espectáculo y también las fronteras.
Los apuntes que aquí presento son apenas algunas menciones -
la punta de un iceberg – de la aproximación a este gran protagonista del
show business de Argentina y de grandes
centros de esparcimiento del exterior. Casi podría decirse que este texto no es
otra cosa que una suerte de índice del libro que me encuentro escribiendo sobre
la vida de Charles Seguin, su contexto,
preponderancia, e influencia en las tan curiosas e interesantes tres primeras
décadas del siglo XX.
Nacido en Bienne, Suiza, el 28 de enero de 1877, el joven Charles arribó a la Argentina hacia
1895, a los 18 años, procedente de Francia. Personaje enigmático y novelesco,
sus comienzos estuvieron fuertemente ligados al ambiente artístico, la noche y
todos los caminos o atajos que llevaban al divertimento, no obstante,
trascendió el ámbito del mundo del espectáculo hacia un inmenso imperio
económico de variados rubros y de extensas ramificaciones. No deja de llamar la
atención como magistralmente acrecentó su fortuna con increíble astucia,
invirtiendo y multiplicando sus ganancias rápidamente, y tempranamente
acumulara entre 1900 y 1915 acciones de importantísimas Compañías.
MONTECARLO
En 1910 compró más de
67.500 hectáreas en el Alto Paraná (Misiones, Argentina). Cuatro años después
constituyó una sociedad con Gustavo
Haack: la Misiones Land Company, entidad comercial que estableció
el obraje denominado: Puerto Haack, que
con el tiempo pasó a llamarse “Montecarlo” en honor a Carlos Seguin. Los montes
fueron explotados para extracción de madera y yerba natural.
Al venderle Seguin gran parte de estas tierras a Carlos
Culmey, éste dio inicio a una colonización con inmigrantes de habla alemana, en
mayo de 1920. Esta obra colonizadora de Misiones se desarrolló sobre el aporte
previo de población criolla que ocupaban las tareas del obraje y que se convirtieron
en guías de
los alemanes, transmitiéndoles a
estos sus saberes en relación al monte
y la fauna del lugar.
La SAT (Sociedad
Anónima South American Tour)
En los primeros años del siglo XX se acentuaron en la
Argentina los rasgos de la impronta inmigratoria. Paradójicamente, en tanto que
una economía agro exportadora dejaba saldos a favor en el comercio exterior, y
en líneas generales existía una tendencia a la prosperidad económica, el
descontento social se evidenciaba en los ánimos de vastos sectores de la
población.
Eran tiempos de los esperados y sonoros festejos del
Centenario, y Buenos Aires, en tanto
contaba con 1.300.000 habitantes -una de las urbes más grandes del
mundo-, sus dirigentes políticos ordenaban la construcción de caminos, canales,
vías férreas, o la explotación del petróleo recientemente descubierto en el
sur.
En este contexto comenzó a funcionar la SAT (“South American
Tour”), empresa de Charles Seguin, creada en 1911, y que por más de dos décadas
tuvo su oficina central en la calle Esmeralda 449, Buenos Aires, es decir, en
el teatro Maipo.
Tal como consta en archivos y balances, Carlos Seguin, a
través de esta Sociedad Anónima, con socios o testaferros, concentró la enorme
mayoría de sus emprendimientos. El análisis de los diferentes directorios de su
empresa revela un grupo de personajes “fieles” que se repetían y rotaban en
todas las actividades, hombres de confianza que a lo largo de los años
participaron del perfecto engranaje de un Emporio Comercial montado con
sorprendente habilidad.
Se observan, además,
los importantes nombres de las empresas en las que disponía acciones: Compañía
Nacional de Carruajes Electromóviles SA., Compañía de Tranways “Eléctricos
Buenos Aires”, Compañía Argentina de Teléfonos SA., Sociedad Argentina “Termas
Rosario de la Frontera” (Explotación de aguas minerales y sus derivados.
Salta). Diamantino (Matto Grosso) Dredging Company, South American Mining
Company. Misiones Land Company SA, Banco Francés del Río de la Plata, Tranways Niza,
Cervecería Quilmes, Compañía General de Iluminación y Ornato., Sociedad Anónima
Publicidad “TENA”, etc.
Y en la medida que se abordan los archivos de la SAT y otras
empresas. aparecen cantidades de negocios de Seguin requiriendo de
significativos capitales,: La Eléctrica
del Norte (Tucumán), Proyecto de ensanche Usina Eléctrica Santiago del Estero,
compra y ventas de propiedades en la Capital Federal y en varias provincias
(acciones en la Sociedad Inmobiliaria Franco Argentina), extracción minera:
cobre, plata y oro (ejemplo: Famatina, La Rioja), Obrajes, industria maderera,
producción de Yerba Mate, transportes de Frutos de Brasil, cultivo y producción
de Lino, exportación de agua Mineral (Palau), Cantera Albión (Tandil)
importación de Automóviles de Dion Bouton como “Único representante en América
del Sud”. También propietario o arrendatario de barcos de carga o pasajeros
(Formosa, Flecha, Helios y Tritón, etc)
Charles Seguin y el mundo artístico
Además de poderoso dueño o accionista de las compañías
arriba mencionadas Monsieur Carlos Seguin se encontraba directamente vinculado
a la Sociedad Teatral Ítalo-Argentina, y
regenteaba el Teatro Circo Coliseo Argentino, el Teatro Casino (considerado
gran Músic Hall de Sudamérica), el Ópera, el Odéon, el Exelsior, el Porteño, el
Maipo, entre otros.
Bajo su control se encontraban lugares paradigmáticos de
recreación como el “Pabellón de las Rosas”, espacio de diversión y citas
galantes, el “Armenonville”, sitio vinculado a los peregrinos de la noche
porteña, el Parque Japonés, obra faraónica con un inmenso jardín para el
entretenimiento, el Circo Hippodrome, el
Cabaret Royal Pigall, el Casino Pigall, el Palais de Glace, inaugurado como
pista de patinaje y devenido en salón de baile, el Tabaris, el Chantecler, etc
Su profundo sentido de la oportunidad lo llevó a dirigir y
expandir sus accionar a Circos, Teatros, Cafés Concerts, Cabarets, Parques de
Diversiones, espectáculos de Boxeo y Lucha libre o Zoológicos, adecuándose empresarialmente a ambientes populares como a salones
para el gusto de la burguesía y la
aristocracia porteña. Invirtió y puso su sello según las necesidades del
momento.
Así, el Circo Hippodrome de Carlos Pellegrini y Corrientes
propuso como atracción las “tribus
de Indios” Chiriguanos y Chamacocos, a
modo de zoo humano, tal como tenía éxito en Europa este tipo de espectáculo
catalogado de exótico.
Para el diversión de la clase más pudiente, que le proporcionaba
suculentas ganancias, además incursionó, fundamentalmente, en Hoteles-Casinos,
sitios de recreación veraniega como el Casino Real de Montevideo, el Hotel y
Casino Real de San Carlos de Colonia del Sacramento, Uruguay, Teatros y Circos
en Montevideo. En Argentina el Hotel Termas Rosario de la Frontera (Salta),
Savoy Hotel (Tucumán), Hotel Sierra de la Ventana, el Casino de Alta Gracia
(Córdoba) y en emprendimientos similares para instalar un Casino en el Tigre
Hotel (Pcia de Buenos Aires), o en Viña del Mar (Chile).
Seguin fue parte del Directorio y Administrador General
del “Mar del Plata Jockey Club”, alquilaba los servicios de traslados de
caballos hacia el Hipódromo y ofrecía modernos studs. Esta Sociedad Anónima, al
mismo tiempo, realizaba las ventas de
importantes lotes en esta zona costera de la Pcia de Buenos Aires, atractiva
para inversionistas.
En esta ciudad pujante, el empresario expandió su acción a
otros derivados del juego, firmando un convenio con el Club Mar del Plata, arrendándole por varias temporadas sus
instalaciones para instalar en exclusividad un “Casino”. Se lo autorizó a la
explotación de juegos de azar varios: Ruleta Baccarat, Caballitos, Boulle y
Treinta y cuarenta y, desde luego, números de Variedades y Music Hall.
En Sudamérica, Estados Unidos o Europa, en los proyectos
comerciales encauzados, las atracciones artísticas eran un complemento
indispensable y, justamente, fueron proporcionadas por los mismos teatros,
cabarets y representantes artísticos que se encontraban dentro de la esfera de
las actividades de la SAT.
Igualmente, en la Argentina, se articulaban en el circuito
económico sus empresas de Ornato, iluminación, Publicidad y grandes depósitos
para satisfacer todo lo concerniente a los espectáculos organizados en sus
locales.
No es casual que Charles Seguin, recibiera el reconocimiento
y afecto de los artistas, reverenciado
por ser el “manda más” o “rey de la noche”, o como agradecimiento por
brindarles espacio y trabajo en momentos en que, por ejemplo, el Tango o el
género revisteril necesitaban de empresarios audaces. Quizás por eso es que
Ángel Villoldo, considerado “el Padre del Tango”, le dedicó a Don Carlos
Seguin, nada menos que dos de sus emblemáticos tangos: El Esquinazo y El Fogonazo.
Entre otros hechos históricos acaecidos en sus salones,
recordemos, que en el teatro Esmeralda (ex Scala), Carlos Gardel estrenó” el
primer tango canción: “Lita” (Mi noche Triste). Madame Rasimí, que revolucionó
el género de la Revista con sus “bataclanas”,
fue contratada por Charles Seguín: la francesa, que no era fácil para
firmar contratos, como queda demostrado
en varias misivas con el empresario, confiaba solamente en el trato directo con
“Don Carlos” para resolver sus presentaciones y traslados a Buenos Aires,
Brasil y otros destinos.
Evidentemente, un capítulo aparte es la enorme importancia
del rol de Charles Seguin en la difusión del Tango, teniendo en cuenta que los
estrenos de ese género por aquella época se produjeron, a menudo, en Teatros de
Revistas, Cabarets, y demás sitios de esparcimiento, los cuales eran en
muchísimos casos - como hemos señalado - propiedad de este singular empresario
de la noche. Por las características de su propio circuito y vinculaciones
alentó intensamente la llegada del Tango a Europa, favoreciendo en las primeras
tres décadas del siglo XX cientos de contratos artísticos entre la Argentina y
el Viejo Continente.
Otra forma del manejo propicio de la coyuntura lo podemos
advertir en su gestión en el Palais de Glace, que comenzó como pista de
patinaje sobre hielo, luego escuela de
baile, con las famosas tardes de tés danzantes del conde Juan Eugenio de
Chikoff , o las muestras de Vogué ´s Club, desfiles de moda, el Ciro´s Club,
convirtiéndose en el salón de baile por donde pasaron prestigiosas orquestas de
tango. Finalmente, en 1931 el Municipio cedió el Palais de Glace a la Dirección
Nacional de Bellas Artes.
La radio y el cine
Seguin pensó el Teatro Coliseo para la actividad circense,
en particular con la actuación del famoso payaso Frank Brown, pero al poco
tiempo modificó su estilo, convirtiéndolo en teatro lírico para representar
famosas Óperas, algunas estrenadas allí antes que en el mismo Teatro Colón.
Y fue en la azotea del Teatro Coliseo
donde se realizó la primera transmisión radial en la Argentina.
El empresario, que ya estaba vinculado al mundo del cine
desde comienzos de siglo comerciando con Max Glücksmann y León Gaumont, fue
accionista y agente de la famosa firma francesa Pathé, e impulsó su proyector
en Argentina, Brasil, entre otros países.
Los cercanos contactos en esta área se advierten en la
elección de los administradores artísticos para el Teatro Scala ”: José Pepe Costa, que en 1915 le cambió el
nombre “Esmeralda”, fue uno de los pioneros de la cinematografía en nuestro
país, y Humberto Cairo - que en 1922 lo
llamó Teatro Maipo - fue productor de la
famosa película argentina “Nobleza Gaucha”. Finalmente, Luis César Amadori, de
sostenida actividad en este sala fue su director artístico y, además de comprársela a la familia Seguin,
desarrollaría una intensa y exitosa carrera como Director de cine.
El análisis de las decisiones más adecuadas y redituables se
encontraban en el aceitado funcionamiento de la SAT, y en el magnífico olfato
comercial de su presidente, que en el caso específico de sus espectáculos,
además del beneficio económico o el éxito en sí buscaba el placer de “llegar
primero” o “descubrir talentos”, tal como se manifiesta en el caso de los famosos Oliver Hardy y Stan Laurel, cuando los trae a
Buenos Aires antes de que fueran el famoso dúo cómico (1926). Ambos cómicos
fueron contratados por Charles Seguín para sitios de esparcimiento que manejaba
en la ciudad. En 1914 "el
gordo" actuó en "El Pabellón de las Rosas" y en "El Parque
Japonés". En 1915 llegó Stan Laurel para presentar su labor payaseca en el
Teatro Casino.
En Europa
Intrépido y exitoso en Buenos Aires, con la “South American
Tour” el empresario promovió brillantes giras artísticas por todo el mundo. En
Europa conquistó Francia, Alemania e Italia. Su presencia fue
significativa en innumerables contratos de artistas de varietés,
espectáculos circenses y cantantes del circuito europeo hacia Sudamérica, y
viceversa,.
Se lo vincula con los
comienzos del avanzado y revolucionario Teatro Apollo de París y, a través de
la gestión de Mario Lombard, con la sala denominada “Florida”, donde debutó
Carlos Gardel en París, en 1928.
Asimismo, en la STIN (Sociedad Teatral Internacional), fue
nombrado administrador General del grupo argentino, y por el grupo Italiano se
designó a Walter Mocchi. Esta empresa nació el 24 de julio 1908 “para hacer
frente a la industria del teatro en todos sus aspectos, desde la gestión de la
industria del entretenimiento, la adquisición y construcción de salas de cine
en Italia y en el extranjero”. La génesis de la STIN se entrelaza con la
historia de Compañía Teatral Italo Argentina, controlada por Seguin. El primer
acto de la STIN fue la compra del célebre Teatro Costanzi (29 de julio 1908).
La operación tuvo un costo de 2,3 millones de liras.
Además de controlar el
Costanzi, la STIN se hizo cargo de la gestión de varias salas: Teatro
Regio de Parma, el Regio Turín, el Carlo Felice de Génova, el Teatro
Petruzzelli de Bari, el Roma, etc.
También los circuitos turísticos europeos y Parque de
diversiones como el famoso “Jardín de Aclimatación De París”, hoteles y
restaurantes, fueron parte de su visión empresarial en Europa.
Si bien Seguín vivía parte del año en Buenos Aires, en la
calle Esmeralda 449 (Teatro Maipo y sede de la SAT), poseía agencias, o
sucursales en Brasil, Nueva York y, por supuesto, Paris: en la calle
Laffiite. Su poderío económico queda
también demostrado en su casa de veraneo en el sur de Francia: a comienzos de
los años veinte compró la Mansión de Villa Eze-les-Pins, paradisíaco lugar en
el que había vivido hacia 1914 el presidente Raymond Poincaré, y que hoy es Patrimonio Cultural francés.
Relación con los Lombard
Comenta el compositor Enrique Cadícamo en sus memorias: En
aquella época funcionaba en Buenos Aires una oscura organización del submundo
del hampa cuyo cerebro actuaba en Marsella aparentemente como una pacífica
Agencia Internacional de negocios artísticos para América Latina que no era
otra cosa que una Agencia para promover el tráfico internacional de la trata de
blancas. .. Sus organizadores eran los hermanos Lombard, cuatro hermanos corsos
destacados dos en Marsella y dos en Buenos Aires (Alejandro y Mario) cuyo
apellido pasó más tarde a ser rubro comercial de la empresa que se denominó
“LOMBAR Tour”. Un tal Carlos Seguin, joven francés, adinerado, con elegante
presencia de play boy internacional… era el dueño de las salas donde iban a
actuar los componentes de la mercadería que enviaban de Europa, los Lombard.
De acuerdo a estas afirmaciones de Cadícamo sobre dichos del
bandoneonista Juan Canaro, las actividades atribuidas a los Lombard parecen
involucrar a Charles Seguín en terrenos prostibularios. Lo cierto es que la
complejidad del tema y algunas contradicciones del libro de memorias de este
famoso compositor, nos estimula a esclarecer estos rumores en el contexto de
una investigación apoyada en fuentes fehacientes.
Podemos señalar que cuando los Lombard comenzaron a
relacionarse con Seguin, éste ya era un poderoso empresario de diversos rubros
que le dejaban enormes cantidades de dinero, además, de editor - propietario
del influyente y prestigioso diario de la comunidad francesa, “Le Courrier de
La Plata”. Es así que desde comienzos de siglo XX fue un hombre conectado con
altas esferas políticas, sociales y económicas de la Argentina, considerado
como “empresario argentino” y representante
de la cultura francesa en este país y el exterior. Por supuesto, este perfil no
lo exime de relación con negocios turbios, sin embargo, tan inmenso
rompecabezas comercial también amerita profundizar estas actividades a la luz
del resultado de nuevas investigaciones.
Editor-Propietario de “Le Courrier de la Plata”
El diario Le Courrier de La Plata, fue fundado y dirigido
por el francés Joseph Alexandre Bernheim en Buenos Aires, donde vivió hasta su
muerte (1893). Se distribuía en ambas márgenes del Río de la Plata en las
colectividades francesas radicadas en la Argentina y en el Uruguay. Con este
diario Bernheim inició la venta callejera de ejemplares en la Argentina, ya que
hasta entonces se realizaba por suscripción. Fue un poderoso medio que se
mantuvo durante 81 años, hasta 1946.
Carlos Seguin Inició su gestión de Editor–Propietario de
este diario junto a uno de los hijos del fundador, desde el 1 de mayo de 1904 hasta el 24 de abril de
1911. Luego se creó una Sociedad Anónima: León Forgues (Presidente) y Louis
Grandval, (Vicepresidente), acompañados por un Consejo de Administración en el
que se encontraban Charles Seguin y el Dr. Manuel A .Montes de Oca, y un
directorio de encumbradas figuras.
Claramente, los largos años de vínculos políticos,
económicos, y los contactos con personajes influyentes, son parte de acceso de
Seguin a las esferas de decisión, y darían cierta explicación a sus
oportunidades, ascenso y poderío. Llegar a dirigir ese diario prestigioso no
fue casual, es decir, mucho antes de 1904 estuvo relacionado con ese medio y
con los miembros conspicuos de la comunidad francesa.
Socios financieros. Charles Seguin. El banquero.
El empresario supo sumergirse en las aguas del mundo
financiero obteniendo la confianza de
estos círculos para obtener capitales e involucrarlos en sus proyectos, o
asociándose a planes y obras de los financistas, brindando los servicios de su red de contactos,
infraestructura y, sobre todo, su habilidad administrativa.
Fue vasta y muy cercana la relación con la familia
Tornquist, tanto con Ernesto (1842-1908) como con su hijo Carlos Alfredo (1885
–1953). Se integra y complementa en Iniciativas diversas con ambos financistas
a lo largo de todo el país, en negocios inmobiliarios, construcciones,
Hotelería, Sitios de recreación, Petróleo, minería, Casinos, etc.
Otro grupo financiero afín fue La Casa Bemberg. Otto Peter
Friedrich Bemberg (1827-1895) fue un empresario, financista e industrial
alemán, creador de un imperio económico en Argentina. La marca de cerveza
Quilmes fue fundada por Otto en 1888.
Fallecido en París, la compañía fue llevada a una posición dominante en
el mercado por su hijo, Otto Sebastián (1858-1932)
Los Bemberg tenían ascendencia francesa, a través de Pedro
Bemberg Boulle, y su hijo Otto, fue
Cónsul General en París. A todo esto,
Charles Seguín era accionista de la Compañía Quilmes, acciones que en
parte se negociaban en el mercado europeo a través de la oficina de la South
American Tour en París. Quilmes realizó importantes campañas publicitarias en
El Courrier de la Plata, en el que como ya señalamos Seguin fue Editor
Propietario y luego accionista y Consejero.
Nicolás Mihanovich (1848-1929), empresario naviero
austrohúngaro, lideró su área del mercado en el Río de la Plata entre las
décadas de 1880 y 1920. Su interés en un emprendimiento turístico en “El Real
de San Carlos”, Colonia del Sacramento, Uruguay, iniciado en 1909, se concretó con la construcción de un muelle,
un Balneario, una Plaza de Toros, un frontón de paleta vasca, un Hotel y
Casino. Charles Seguin, luego del cierre de la Plaza de Toros se hizo cargo
durante años de todas las actividades de ese centro de diversión y
esparcimiento, incluyendo obras de infraestructura hasta avanzada la década del
´20.
El empresario artístico, a través de la South American Tour
puso toda la experiencia a favor de la atención, el entretenimiento y la
recreación. Aire puro, tranquiidad, espectáculos y juego, fueron una excelente
formula para atraer a las clases pudientes y un redituable negocio a pocos
kilómetros de Buenos Aires.
Los barcos de la Cía. Mihanovich realizaban el tráfico de
los materia prima, productos y y enseres
para las construcciones que necesitaba Seguin en sus Compañías en
Misiones, Paraguay Brasil. No obstante, el banquero-empresario
franco-argentino procuró tener sus propias embarcaciones y la relación con
Mihanovich se fue complicando, tanto que llegaron a un juicio.
Los balances de SAT y de otras empresas de Monsieur Carlos
nos muestran que una parte de los movimientos se encontraban bajo el título de
“Banco Seguin”. Efectivamente, Seguin tuvo el rol de banquero en muchas de sus
transacciones. De hecho, en Argentina y Europa lo presentaban como “empresario”
o “banquero”.
En sus negociaciones con los grandes capitalistas se
manifestaba con gran convicción, por
momentos este perfil es visible en las misivas que se intercambiaban, o en los
mismos convenios y contratos, apareciendo su modo contundente, a veces
avasallador, para persuadir sobre las bondades de sus proyectos.
El ocaso del magnate
El dueño de la South American Tour había llevado una vida de
grandes emprendimientos, lujos y viajes. Casado a los 48 años con la joven británica Gwendoline Maud Davis, de 23, en
febrero de 1925, tuvieron dos hijos: Carlos René (“Chuck”), nacido en 1926 y la
pequeña Gwendoline (“Babs”), dos años después. La salud de Charles Seguin se
había deteriorado a pesar de todos los esfuerzos por intentar su cura. Enfermo
de los riñones escribía a su esposa en febrero de 1930: Gwen… Yo pensé tanto en
mi muerte, me vi tantas veces a punto de morir, que ya no me importa. Pero
quiero vivir para ustedes, y viviré. Pero es sabido que el dinero no compra
salud y llegó el momento en que las inyecciones de “Salirgan” y el “Digitaline
no le hicieron efecto. Se precipitó el final y falleció el domingo 30 de marzo
de 1930, de insuficiencia renal, en alta mar, en viaje a Europa a bordo del
“Lutetia”.
En 1916, año de la muerte de su padre, había hecho construir
en el selecto cementerio parisino de Montparnasse un Mausoleo de granito de
cuatro plazas, a perpetuidad. El habitáculo de líneas austeras exhibe en su
frente como única leyenda la palabra SEGUIN. Fue ocupado, primero por su
progenitor, a los 68 años, el “Monsieur Segal dit Seguin Jean, Isaac” (sic), fallecido
el 25 de julio de 1916, luego por su madre: Camille Bloch, fallecida el 8 de
septiembre de 1919 y, finamente, recibió en abril de 1930 al empresario. El
cuarto espacio esperaba a Gwendoline, pero la viuda volvería a casarse y cuando
falleció el 13 de agosto de 1949, ya divorciada, fue ubicada en un ataúd en un
Panteón del Cementerio Británico de la Chacarita (Buenos Aires) y cremada en
2011.
En 1930 Gwendoline había quedado a cargo de los bienes millonarios
de Charles. Sus viajes, el nuevo casamiento, y prolongadas estadías en Estados
Unidos y Francia, hicieron que se desvaneciera una parte de la fortuna, gastada por la viuda en sus intentos por
mantenerse dentro de un ritmo de vida cercano a la aristocracia. Por otra
parte, cifras fabulosas fueron a enriquecer a los abogados, lo que sumado a
extraños manejos de terceros o posibles fraudes, en pocos años la Sucesión
familiar perdió gran parte de la fortuna argentina y europea del empresario.
Destacado magnate de la noche e impulsor de decenas de
rubros, tan sagaz y notable administrador, inexplicablemente, tras su muerte,
como si no hubiera previsto u organizado el destino del fruto económico de sus
esfuerzos, en gran medida su riqueza se desmoronó como un endeble castillo de
naipes.
Fuentes:
Anuario Teatral Argentino,
Archivo Teatro Maipo
Archivos Particulares
Biblioteca Argentores
Biblioteca del Congreso
Biblioteca Legislatura Ciudad de Buenos Aires
Biblioteca Teatro Cervantes
Diario Clarín
Diario Crítica
Diario Crónica
Diario El Diario
Diario El Mundo
Diario El Nacional
Diario El País
Diario El Plata
Diario La Argentina
Diario La Nación
Diario La Prensa
Diario La Razón
Diario La Vanguardia
Diario Le Courrier de la Plata
Diario Noticias Graficas
Diario Tribuna
Diario Última Hora
El Diario español
Libro de Inventario del teatro Maipo, 1919-1920
Libros contables Teatro Maipo
Revista Avivato
Revista Caras y Caretas
Revista Comoedia
Revista Esto es
Revista Farol
Revista La Calle
Revista Lyra
Revista Mundo Teatral
Revista Semana Gráfica
Revista Teatral de Buenos Aires
Revista Todo es Historia
* Testimonios
orales.
* Archivo particular
de Dominique Seguin: Libros contables, cartas, inventarios, memorándums,
facturas, remitos, balances, acciones, fotos y planos de las empresas
vinculadas a su abuelo Charles Seguin.
* Foto de Charles
Seguin. (agradecimiento a Dominique Seguin)
Carlos Szwarcer ©